Imagina que te despertaste un día y descubriste que eres un multimillonario. ¿Qué es lo primero que harías? ¿Quizás comprar la casa de tus sueños? ¿O un auto súper rápido? ¿Posiblemente un yate?
Pero ya ves, no todos tienen los mismos impulsos. Un conserje logró demostrar que todos estaban equivocados con su inteligencia e inversiones.
Para cuando tenía 92 años, valía 8 millones, y lo había logrado todo por sí mismo. Su historia, sin embargo, es bastante inusual.